Estas cosas no son así, el viaje fue perfecto, inusualmente perfecto, todo bordado, ni el más mínimo inconveniente, todo parecía ir enhebrándose poco a poco con hilos preciosos, todo enlazado con las manos más dulces y desprendidas, como era ella...No me cabe duda, fuiste tu.
Te necesito ahora y te necesitaré siempre, pero se que en los momentos más importantes estarás conmigo, en los más alegres y en los más tristes. Te sentiré como te siento ahora en mi felicidad, como sentí que estabas conmigo en el viaje más relevante de mi vida, en los momentos más mágicos... ahí estuviste tu.
Es curioso que la vida me arrebatara a mi hermana y que yo una en mi casa a dos hermanos que están separados y que lo seguirían estando irremediablemente.
Recuerdo que una vez le dije que yo nunca me alejaría de ella, aunque alguna vez nos dijéramos palabras hirientes, para mi sólo serían palabras y nada más y nunca me alejarían de ella y así lo hice, siempre me tuvo, a pesar de que a veces le protestaba y de que a veces, tuve que saltar barreras bastante altas, yo era incondicional suya y ella lo sabía, podía contar conmigo para todo aunque no estuviera del todo de acuerdo con lo que me proponía, siempre fuí su cómplice. Simplemente me gustaba estar con ella, hacer cosas juntas y reirnos, la verdad nos reímos mucho juntas.
Pero lo mejor, indudablemente, era poder compartir con alguien secretos que nadie más supo y que todavía guardo en mi mente como un gran tesoro suyo que sólo me correspondió conocer a mi y que más de uno se asombraría de saber.
Como véis, todavía hoy y a pesar de esta vida tan injusta aún me unen muchas cosas a ella y otras cosas nuevas que vendrán también me unirán todavía más porque yo así lo quiero y ella...ella también!
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